26 feb 2014

El Torneo Internacional Abierto en Mazatlán visto desde afuera,




Severas críticas sobre lo que se califican como las extrañas reglas que rigen los torneos en México hizo el GM Alejandro Ramírez en http://en.chessbase.com/post/chess-beach-and-controversy
Es interesante leer los comentarios a pesar de que siendo Ramírez de origen centroamericano, aunque ahora juegue y viva como norteamericano, seguramente no le eran extrañas las peculiares prácticas de organizadores y jueces en torneos abiertos iberoamericanos. Muchas cosas parecen incomprensibles y seguramente para la mayoría lo son. Y es que en la búsqueda de hallar la mejor manera de atraer aficionados a que paguen una cuota y se inscriban a un torneo, se han intentado todo tipo de maneras de repartir premios, eludiendo los modelos que durante décadas funcionaron en la Unión Americana, pero que no permiten lo que llamamos “discrecionalidad”. Aquí la idea es atraer al jugador fuerte y a la vez al jugador común, para que el evento salga en la foto, pero que también muchos participen para que haya ganancias tras la repartición de premios o al menos se salga a mano tras pagar los elevados costos de arbitraje.
Pero el equilibrio es difícil. En Estados Unidos lo logran contratando pocos árbitros, y pagando bajos salarios, e incluso utilizando muchos voluntarios, ya que ven el hacer torneos algo así como una acción social, aunque muchos en Estados Unidos lo ven como actividad empresarial, normalmente hay una mezcla de ambos tipos en cada torneo.
La observación de cómo se venden tantos libros y tan caros, adjudicando a que no hay facilidades para comprarlos via internet, es un poco absurda. Hay las mismas facilidades, pero hay menos confianza, pues muchas veces el correo juega malas pasadas. Cada vez que uno manda material de ajedrez por correo sabe que el 40% no llegará. Por eso muchos desconfían, pero si se pagan envíos rápidos y garantizados, no por correo, si llegan, pero a veces el gasto de envió supera el costo del material. Por eso software y bases de datos es mejor hacerlo con enlaces en una “nube” de internet y mandar las claves por email.
Pero a la mayoría de los jugadores en México las computadoras y el inglés les parecen obstáculos insalvables y terminan pagando tres o cuatro veces el precio que les costaría adquirir su material de estudio si no tuvieran miedo a meterse en esos terrenos. Por eso la fuerza de un jugador se ve tan influida por sus conocimientos de idiomas y de computación.
Hubo una época en México que todos los jugadores con título internacional hablaban al menos dos idiomas extranjeros. Pero conforme las editioriales en español publicaron más libros de ajedrez en castellano y se crearon más sitios internet de ajedrez en español, se hizo posible que los que solo hablaban y leían el castellano pudieran alcanzar buen nivel de excelencia en ajedrez, si bien siempre irán a la zaga de los que saben otros idiomas.
El caso es que pareció demasiado severa la crítica que apareció en ese artículo, aunque se ve que lo que lo motivo fue la controversia sobre si un premio femenil fue mal otorgado, aunque da la impresión que otras cosas más graves sucedieron.